Implantación de chips en Europa

Se ha informado a través de las redes de comunicación de que en Suecia y Dinamarca ya se está experimentando con el nuevo Chip que llevaremos en la mano como sustituto de llaves, tarjetas de créditos, e incluso teléfonos.

Está claro que no tengo el mismo concepto de progreso que se tiene en la realidad que vivo. No se a donde nos llevan las guerras, los desequilibrios, ni la avaricia, y por supuesto no soy capaz de comprender al padre de todo ello: el capitalismo. Por desgracia, sí he conseguido ver con claridad el motor de todo este sistema que nos acerca a la desaparición con cada giro de sus engranajes. El ser humano, con eterna de sed de tener más, no parece darse cuenta de que hemos llegado a un punto de no retorno, y de que cada vez que llena sus manos de codicia se vacían cosas de mayor importancia, entre ellas la libertad.

En un nuevo intento de ganar dinero negro y con las facilidades que el rebaño de la humanidad reporta, las élites mundiales han juzgado oportuno implantarnos en la mano un chip informático para librarnos del "lastre" de cargar con tarjetas, llaves, móviles, identificaciones o dinero. Cuando vivíamos siguiendo la naturaleza de nuestra especie, era necesario cazar para alimentarse, gracias a un lento desarrollo, solo teníamos que ir a un mercado y comprar los productos que la zona y la época del año nos podría aportar, ahora solo tenemos que hacer una llamada telefónica desde la comodidad y exquisitez de nuestro sofá, muy pronto nos inyectaremos los nutrientes para no desgastarnos los dientes, o comeremos pastillas del sabor que deseemos que nos aporten los complementos que necesitamos. Tal vez sea cierto que las personas crecemos, evolucionamos y después involucionamos... puede que algo similar a gran escala le ocurra al mundo.

Por si esto se quedara corto, el chip también servirá para localizarnos allá donde estemos. "Un método más seguro que los muchos localizadores que ya tenemos en nuestra vida diaria, con el que evitar la delincuencia y las desapariciones" así lo cuentan en Estados Unidos, de una forma no muy lejana a como lo han hecho en España: convenciéndonos del increíble atractivo del chip.

Solo desearía que se desarrollara algo de conciencia  crítica, y que al menos no todos sigan esto como la última moda en la que estoy segura que se convertirá. Ojalá me equivoque, y aun podamos dar los pasos atrás que tanto necesitamos.

Sara Sánchez Castro.