lunes, 15 de mayo de 2017

Italia investiga un catálogo de mujeres solteras vendido por internet con datos robados de Facebook



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Esta noticia nos cuenta como en Italia están investigando un caso en el que han utilizado la identidad de mujeres para crear un catálogo de las mismas, con datos tomados de Facebook y sin el consentimiento de ellas.

Esto ha sido posible (una vez más) gracias a la descontrolada y comunitaria nube de Internet, donde todo es de todos, y nada de nadie. Después de las muchas precauciones que nos instan que tomemos, después de todos los casos constatables, después de tanto recorrido, seguimos sin tomarnos en serio el peligro de compartir nuestra privacidad. Aunque nos parezca un tema anticuado y obsoleto, los cuentos que creíamos imposibles acaban por tomar forma de pesadilla cuando te ocurre lo que a estas mujeres, que al no poner seguridad en sus cuentas han sido victimas de una violación de su intimidad y de una manipulación de sus actos. Por ello nunca está de más, aunque sigamos necesitando casos como estos para darnos cuenta, tomar todas las precauciones que nos sean posibles, ser conscientes del peligro que acecha más allá de la pantalla y compartir solo aquello que realmente no tenemos miedo a enseñar.

El otro pilar fundamental que hace posible estos sucesos, es un término que titula esta noticia: "catálogo de mujeres". ¿Cómo no van a seguir aprovechándose de sus imágenes, si ideas tan antinaturales circulan por nuestra mente y nuestro vocabulario? Esta percepción de la mujer, como algo que debe exhibirse, no cambia. Seguimos pensando que somos escaparates, cuadros, monumentos o cachorros detrás de un cristal que arañan las pareces ansiosos por ser escogidos. Tanto en un sexo como en otro, esto está más integrado de lo que creemos, y ese es el verdadero foco del problema, el que provoca que necesitemos seguridad en nuestras cuentas, y que tomemos precauciones con la información que compartimos.

Si continuamos alimentando este fuego, complaciendo la demanda de la mujer como objeto, volveremos al reinado del machismo, y acabaremos por no tener voz ni voto. Parece que en la sociedad los pasos no siempre son hacia delante, y que necesitamos que nos refresquen la memoria en temas tan serios como este. Si las mujeres pueden ser escogidas como lo hacemos con las televisiones, los coches o la ropa, ¿qué importancia o qué papel se nos está dando en este mundo? ¿Realmente somos igual de valoradas que los hombres?

No se trata de adaptarse a la realidad, se trata de cambiarla. Cuando un árbol se cae a pedazos, la única solución es extirpar todo lo podrido, y en nuestro mundo, hay que remontarse a la raíz. ¿Cuántos más catálogos necesitamos para darnos cuenta?

Sara Sánchez Castro.


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